Y sonriendo pensé:
"Qué idiota de mi parte haberte visto aquella tarde, mirado tus ojos azules cual reflejo del cielo en el mar abierto. Observado tu lenta y pausada forma de caminar.. cual caracol a deslizarse por la caída de un escalón.."
Y en poeta me convertí.. Mirandote como pasabas por delante de mí, conseguí mi título de poeta enamorada en quiebra amorosa..
No hay comentarios:
Publicar un comentario